En medio de la marejada y sacudidos por la incertidumbre los bares, restaurantes, pubs o discotecas se enfrentan continuamente al reto de sobrevivir a la pandemia
Desde la explosión de la pandemia el mundo se ha puesto patas arriba. Todos los planes con los que arrancamos 2020 se han visto afectados sin que nadie pudiera preverlo y los índices económicos han dado un giro brutal del que no se escapa el sector hostelero. La situación obliga a repensar el modelo de negocio, el funcionamiento interno y la oferta e imagen que se ofrece a los clientes para sobrevivir a la marejada en la que estamos inmersos.
Aunque quedaran atrás las semanas más duras de la emergencia sanitaria, la “nueva normalidad” continua siendo una incógnita. La posibilidad de nuevos rebrotes obliga a las autoridades a implantar medidas de distanciamiento social que, aunque no lleguen a generalizarse como durante el Estado de Alarma, siempre afectan directamente a la hostelería. Por lo que bares, restaurantes, pubs o discotecas se enfrentan continuamente al reto de superar esta difícil situación.
A continuación os planteamos unos pasos a seguir para conseguirlo:
- El primero y elemental es tener un buen protocolo de higiene y desinfección adaptado a la realidad de cada establecimiento y que se mantenga en el tiempo. Crear y mostrar un lugar seguro es básico para generar confianza entre los clientes y reactivar la afluencia.
- Rediseñar el espacio de trabajo y la sala para mantener el distanciamiento social de trabajadores y clientes con la delimitación de zonas y la señalización de los flujos de paso.
- Apoyo en las nuevas tecnologías para reducir al máximo contactos en el negocio. Por ejemplo: reservas online o telefónicas, zona de recepción segura, carta online o no compartida, protocolo de entrega de pedidos, pago con tarjeta…
- Apostar por la comida para llevar o take away como ampliación de los servicios para aumentar las ventas y satisfacer la demanda de los consumidores que prefieren quedarse en casa. Hay que aprender a vender fuera de las paredes del establecimiento, abriéndose a las posibilidades de Internet.
- Repensar la experiencia del cliente. Lograr una experiencia memorable para el consumidor es todo un desafío en tiempos de distanciamiento social y a la vez una oportunidad de diferenciarse de la competencia.
- Nuevas acciones de marketing. La publicidad porque sí ya no es la solución y menos en momentos en que los recursos disponibles son limitados. Hay que elegir bien que iniciativas se van a emprender, enfocar muy bien el público objetivo y conectar activamente con la comunidad del barrio o ciudad.
- Optimización del espacio y reducción y control del inventario para una simplificación de los costes y una gestión altamente eficiente.
- Minimizar los gastos y reorganizar la plantilla laborar y realizar ajustes laborales para que una gestión óptima de todos los recursos que permita redefinir estrategias, mejorar servicios y expandir el negocio diferenciándose del resto del mercado con innovación y
Hacerlo bien es siempre importante, pero todavía más cuando la situación se complica. Desde nuestra empresa ayudamos y asesoramos a nuestros clientes en sus proyectos poniendo toda la experiencia de cuatro décadas a su disposición.